¿Es coincidencia que te persigan por la web esos zapatos que estuviste visitando hace un par de días? ¿Cómo es posible que desde que buscaste hoteles en París ahora solo te aparezcan ofertas de alojamiento? Definitivamente, no es casualidad que esto pase. No es el destino que ha decidido hacer una de las suyas para desconcertarte.
El Remarketing es lo que se encuentra detrás de todo ello. La estrategia consiste en dirigirse a visitantes que anteriormente han mostrado interés por tu página web, por medio de anuncios personalizados. Digamos que es una especie de “Has visto mis productos, has valorado comprarlos, pero al final no lo has hecho. Pues ahora prepárate, que vas a encontrarte con ellos hasta en tus más profundos sueños”.
Su principal objetivo es volver a captar a esos clientes potenciales que ya han mostrado previo interés por medio de mensajes tentadores. Para ello, estos deben ser muy personalizados y diferentes según el interés de cada usuario, y la fase del proceso de compra en la que se encuentre. Claramente, no está al mismo nivel del customer journey un usuario que ha visitado la home de una web, que el que ha estado investigando dentro de una sección, y además ha estado comprobando la disponibilidad de tallas de un producto en concreto.
¿Es realmente efectivo el Remarketing?
Ya sea que hayan recorrido solo la landing page, o que incuso hayan llenado el carrito de compra sin llegar a finalizarla, los usuarios serán tentados a través de la estrategia de Remarketing para retomar el proceso. Algunos caerán en ello, y otros decidirán darle la espalda, pero, pase lo que pase, el mensaje ya retumbará en sus cabezas.
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Familiaridad
Está 100% comprobado que sentimos menos miedo y desconfianza hacia todo lo que nos resulta familiar. Lo que consideramos “casa” representa tranquilidad y control para nosotros. El hecho de ver un anuncio en varias ocasiones, podrá generar que el usuario se vaya sintiendo cada vez más cerca de la marca, hasta sentir que la conoce bien y poder así confiar en ella.
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Previa intención y deseo
Cuando un usuario está en busca de un producto o servicio en concreto, investiga, compara, lo comenta con su entorno, reflexiona… En caso de estar a punto de comprar nuestro producto, lo más probable es que eche un vistazo a otras marcas antes de finalizar con la compra, es decir, que de distraiga y se desvíe de su viaje de comprador. Es entonces cuando el Remarketing puede entrar en la ecuación para hacer que el posible cliente retome el camino.
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Conocimiento del cliente
En Remarketing jugamos con la ventaja de saber qué es lo que el cliente está exactamente buscando. No vamos a la aventura, a ofrecer algo al azar y a ver si cuela. De esta forma, podemos personalizar el mensaje con máxima precisión y aumentar así las posibilidades de éxito.
Posibles riesgos ocultos detrás de la estrategia: ¿Cómo evitarlos?
Sin duda alguna, el Remarketing es un arma muy poderosa si se usa adecuadamente, pero realmente dañina y agotadora si no se hace un buen uso de ella. Esto puede suponer la diferencia entre que un cliente se sienta perseguido e incluso intimidado con tus newsletter de ofertas que para nada le interesan, o que se sienta comprendido y agradecido porque le estés ofreciendo lo que busca.
Atento, porque te contamos cuáles son algunos de los motivos que podrían llevarte a fracasar con el Remarketing y terminar formando parte de la “Lista Oficial de Pesados”.
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No fijar un objetivo claro para tu campaña
De la misma forma que otras campañas de marketing, las de Remarketing han de tener una meta concreta a la que llegar. Es importante tener claro lo que quieres lograr con la estrategia, para posteriormente tomar decisiones alineadas con ello, por ejemplo, acerca de cómo personalizar los anuncios o cómo diseñar la landing.
¿A qué audiencia te vas a dirigir? ¿Qué acción quieres que los usuarios tomen? Pregúntate ambas, y obtén respuestas, antes de nada.
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No rotar los anuncios
Probablemente, ninguna campaña de Remarketing va a convertir al 100% de los usuarios que está segmentando. Tras un periodo de tiempo, lo más normal es que exista un grupo de personas en las que los anuncios no terminen de calar. En este caso, lo suyo es crear otra nueva campaña de retargeting con nuevos anuncios dirigidos exclusivamente a ellos.
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Pasar por alto el límite de frecuencia
¿Cuántas veces habrás escuchado que todo en exceso es malo? ¡Hasta el agua! Y razón no le falta a la frase. El Remarketing es toda un arma de doble filo, capaz de generar excelentes resultados al mismo tiempo que traer consigo el fracaso.
Es importante fijar un límite en la frecuencia en la que se muestran los anuncios, asegurando así que el usuario lo vea un número determinado de veces, ni más ni menos. Mostrarlo 1000 veces al día no significa que vaya a resultar más efectivo; más bien todo lo contrario.
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No controlar dónde se muestran los anuncios
Si la campaña de Remarketing está en Adwords, los anuncios podrás aparecer en cualquiera de los sitios que pertenecen a la Red de Display de Google. Sin embargo, algunos de ellos podrían resultar dañinos para la imagen de marca, por lo que es importante indicarle a Google de forma exclusiva los sitios en los que queremos aparecer y aquellos en los que no.
Como ves, ya sea para redirigir tráfico a tu página web, dar a conocer otros productos, fortalecer tu imagen de marca o volver a vender a quien ya ha confiado en ti, el Remarketing es una recomendable estrategia. Así de genial es el mundo del marketing digital, que nos lo pone cada vez más fácil ofreciéndonos infinitas posibilidades para alcanzar nuestros objetivos de marca. Pero, recuerda no aprovecharte en exceso de ello.
Y tú qué… ¿Crees que el Remarketing podría ofrecer valor en tu estrategia digital? 😉
